Cómo llevar una buena dieta
Sin importar la persona que seas, llevar una dieta saludable
y tener un peso adecuado es lo más beneficioso para ti. En la sociedad actual,
lograrlo puede ser más difícil de lo que parece. Sigue los consejos siguientes
para empezar a recorrer un camino más sano hoy.
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1
Calcula tu consumo calórico diario necesario. De acuerdo a
tu edad, peso y actividad, necesitarás más o menos calorías para tu sustento
básico. Saber cuántas requieres puede ayudarte a que sepas cuántas tendrás que
restringir.
En Internet puedes encontrar muchos recursos o podrías hacer
los cálculos tú mismo. Como siempre, el mejor consejo te lo dará directamente
un profesional: tu médico te dirá exactamente cuántas calorías tienes que
ingerir para lograr tus metas de peso.
Si te limitas a la ingesta de 1 700 calorías diarias, no te
olvides de contar los ejercicios. Aunque no quemen tantas calorías como parece,
te dan espacio para comer más. Ten en cuenta que esta restricción calórica solo
servirá para ponerte en camino, pronto no tendrás que contar: los buenos
hábitos alimenticios se volverán automáticos.
2
Escribe un diario de lo que comes. Anotar todo lo que comes
cada día te hará conocer mejor tus hábitos alimenticios y los grupos de
alimentos que probablemente no estés incluyendo. ¡No te olvides de contar las
bebidas!
Un aspecto muy útil de este diario es que te hará ser
responsable y te mantendrá motivado. Te verás obligado a mirar lo que estás
ingiriendo, lo que podría impulsar el cambio que necesitas. Si tu propia
opinión sobre ti no es suficiente, puedes hacer que un amigo sea tu guía. Este
revisará tu diario un par de veces a la semana para asegurarse de que no te
desvíes del camino. Saber que este amigo estará supervisándote, podría hacer que
te mantengas en la ruta.
Al escribir este diario, anota los días en que hagas buenos
intercambios (un yogur bajo en grasas en lugar de galletas) o decisiones
particularmente buenas. ¿Qué funciona para ti y qué no? ¿Qué patrones puedes
notar?
3
Reduce el tamaño de tus porciones. Si disfrutas sentarte y
comer un plato grande repleto de comida, llena los espacios vacíos con una rica
ensalada o con verduras al vapor; siempre y cuando no afecten tu plan de
control calórico.
Controlar el tamaño de las porciones es particularmente
difícil en los restaurantes. Aunque, sin duda, puedes pedir una canasta de
papas fritas con queso y un plato de fetuccini a lo Alfredo, consume solo una porción. En cuanto al consumo de frutas, ten en mente una bola de tenis; y en cuanto a las verduras, una de béisbol. ¿Y qué hay de los carbohidratos? Piensa en un disco de hockey. La página WebMD provee una herramienta muy buena para medir porciones para diferentes alimentos, incluyendo platos mezclados. Sin importar qué pidas, lleva el resto a casa. ¡También ahorrarás dinero..
papas fritas con queso y un plato de fetuccini a lo Alfredo, consume solo una porción. En cuanto al consumo de frutas, ten en mente una bola de tenis; y en cuanto a las verduras, una de béisbol. ¿Y qué hay de los carbohidratos? Piensa en un disco de hockey. La página WebMD provee una herramienta muy buena para medir porciones para diferentes alimentos, incluyendo platos mezclados. Sin importar qué pidas, lleva el resto a casa. ¡También ahorrarás dinero..
4
Ve más lento. Tienes 20 minutos para comer antes de que tu
cerebro se dé cuenta de que estás lleno. Si comes lentamente, tu consumo de
calorías será menor cuando termines. Hacerlo relajadamente evita literalmente
que quieras más.
Comer más lentamente no solo reducirá tu ingesta de
calorías, sino que te ayudará a apreciar tu comida y te dará el tiempo para
concentrarte bien en la experiencia sensorial. Disfruta de tu comida mientras
la estés masticando y esfuérzate por saborear cada bocado. De este modo, podrás
estar más en contacto con tu satisfacción.
5
Mantente motivado y pon en práctica el pensamiento positivo.
Una buena dieta no se trata de obtener metas concretas en este momento. debe
ser un cambio para toda la vida que se vuelva un hábito antiguo después de unas
semanas. No querrás pasar toda tu vida contando calorías y teniéndole terror a
la siguiente vez que te peses. No te desalientes con este compromiso.
Mantenerte positivo durará más que cualquier otra motivación.
Encuentra recompensas que no sean alimentos. Prémiate con un
buen masaje o un baño en lugar de comida, o compra unas flores para tu casa.
Encuentra maneras de hacer que los ejercicios y la dieta se vuelvan divertidos.
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